El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, declaró emergencia nacional por las fuertes lluvias y graves inundaciones que sufre el país como consecuencia de la tormenta tropical Nate, que ya deja seis fallecidos y cinco mil evacuados.
El reporte oficial brindado por el mandatario indica que dos personas fallecieron en un deslizamiento de tierra ocurrido en la provincia de Cartago (centro) y que hay un número no precisado de personas desaparecidas.
La provincia de Guanacaste (noroeste) y Puntarenas (sur), ubicadas en el Pacífico, son las más afectadas por las inundaciones que ocurren desde este miércoles, a las que se unen comunidades del sur del país como Pérez Zeledón y algunos incidentes de menor gravedad en San José.
En Guanacaste, Puntarenas y la zona sur, se registran numerosos ríos desbordados, comunidades inundadas y carreteras cerradas por derrumbes.
El presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Iván Brenes, indicó que hay 80 albergues habilitados en todo el país, en las cuales se encuentran más de cinco mil personas, un número que según el funcionario aumentará paulatinamente durante el día.
El presidente Solís hizo un llamado a la calma a la población y les recomendó mantenerse informada por los canales oficiales y no hacer caso a rumores o informaciones de fuentes no confiables sobre la emergencia.
El Gobierno también ha suspendido las clases en todo el país, además declaró asueto para las instituciones que no forman parte de los trabajaos de socorro y atención de la emergencia.
El informe del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) indica que la depresión tropical número 16 ya es catalogada como la tormenta tropical Nate, la cual se ubica frente a la costa caribeña de Nicaragua.
Este fenómeno seguirá provocando fuertes lluvias en Costa Rica al menos hasta mañana viernes, por lo que las autoridades mantienen la alerta roja para seis de las siete provincias del país y amarilla para la caribeña de Limón, donde las lluvias no han sido tan intensas.
Las proyecciones indican que Nate se trasladará hacia el norte a través de la costa del Caribe de Centroamérica y México, y que podría convertirse en huracán el sábado.