Después de meses de combate, una alianza rebelde liberó la ciudad Siria de Al Raqqa, antiguo bastión de la milicia terrorista autodenominado Estado Islámico (EIIL, ISIS o Daesh) en el noroeste del país.
Las Fuerzas Democráticas de Siria, apoyadas por Estados Unidos, tomaron el control de Al Raqqa, indicó su portavoz Talal Silo.
Silo dijo que las operaciones militares dentro de Al Raqqa han terminado y que las SDF están ahora peinando la ciudad, situada a orillas del río Éufrates, en busca de los últimos yihadistas y trampas explosivas.
El portavoz de la coalición contra ISIS liderada por Estados Unidos, Ryan Dillon, dijo que la ciudad está liberada en un 90 por ciento y que la milicia yihadista se encuentra al borde de una derrota.
Las fuerzas Democráticas Sirias habían iniciado en junio una ofensiva para expulsar al Estado Islámico de Al Raqqa, conocida como capital de facto de los yihadistas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los enfrentamientos por el control de Al Raqqa costaron la vida a 3.250 personas desde junio, más de un tercio de ellas (1.130) civiles. Además, hay cientos de desaparecidos.
Con la caída de Al Raqqa, que ISIS había conquistado en 2014, la milicia terrorista ha perdido su segundo bastión más importante en la región, después de haber sido expulsado también de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
Según los servicios secretos occidentales, ISIS planeó en los últimos años atentados y ataques de gran envergadura desde Al Raqqa, que en el pasado tenía 200.000 habitantes.
En los últimos días ya se habían rendido cientos de combatientes sirios del EI en Al Raqqa. Al final, solo algunas decenas de yihadistas extranjeros ofrecieron resistencia en el centro de la ciudad. Miles de civiles lograron huir de la localidad asediada.