El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, afirmó que no se va “a dejar pisotear por unos delincuentes”, durante un mensaje que dio la noche del pasado miércoles a ciudadanos que llegaron hasta su casa de Lima para respaldarlo tras haber presentado su renuncia al cargo.
“¡Unos delincuentes! No nos vamos a dejar pisotear por unos delincuentes”, enfatizó Kuczynski en el frontis de su vivienda en el distrito residencial limeño de San Isidro.
Ante decenas de sus seguidores, el mandatario remarcó que hoy, cuando el Congreso acepte su dimisión, estará “fuera del Gobierno”, pero dijo que seguirá “trabajando para el Perú”.
“Déjenme trabajar todos los días del año por el Perú. Ellos creen que me han tirado al botadero (basurero), yo no estoy en el botadero, yo soy el Fénix que te defiende a ti, pueblo peruano”, concluyó.
El aún gobernante agradeció a alrededor de medio centenar de partidarios que llegó a los exteriores de su casa portando globos blancos y banderas peruanas, procedentes de la ciudad del Cusco, según señalaron.
Los simpatizantes tenían la intención de apoyar a Kuczynski en la sesión plenaria que el Congreso iba a realizar hoy para debatir un pedido de destitución presentado en su contra por la oposición por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.