El presidente de Rusia, Vladímir Putin, denunció hoy conductas de “negligencia criminal” y prometió castigar a quienes tengan alguna responsabilidad por el incendio del centro comercial siberiano que el pasado domingo costó la vida a al menos 64 personas, 41 de ellas niños.
Putin, que decretó mañana miércoles día de duelo nacional, depositó flores junto al centro comercial “Zímniaya Vishnia” (“Cereza de Invierno”) devastado por incendio, mientras miles de personas se congregaban en la plaza de los Soviets, la principal de Kémerovo, para pedir la dimisión de las autoridades locales y regionales.
“¡Queremos saber la verdad!”, “¡Murió más gente!”, “¡Dimisión!”, coreaban los manifestantes, que consideran que las autoridades ocultan la magnitud de la tragedia.
El vicegobernador de la región de Kémerovo, Serguéi Tsiviliov, se personó en el mitin y pidió perdón por lo ocurrido con una rodilla en el suelo.
“No tengáis la menor duda: todos los culpables serán castigados”, prometió Putin en una reunión con el alcalde de la ciudad, Iliá Serediuk, y un grupo de 15 ciudadanos en el depósito de cadáveres al que habían sido trasladados los restos de las víctimas adultas del incendio.