La figura del alero Kevin Durant brilló de manera especial y con 37 puntos encabezó el ataque de los Warriors de Golden State que vencieron a domicilio por 106-116 a los Rockets de Houston en el primer partido de las finales de la Conferencia Oeste.
La victoria permite a los Warriors, actuales campeones de la NBA, ponerse con la ventaja de 1-0 y quitarle la de campo que tenían los Rockets tras concluir la temporada regular con la mejor marca.
El segundo partido de la serie, que se disputa al mejor de siete, se jugará de nuevo en el mismo escenario del Toyota Center, que registró un lleno en sus gradas con 18.055 espectadores.
Junto a Durant, que anotó 14 de 27 tiros de campo, incluidos 3 de 6 triples, el escolta Klay Thompson logró 28 tantos con seis canastas de 15 intentos desde fuera del perímetro.
La derrota fue la segunda que sufren los Rockets en lo que va de playoffs, pero puede ser la más costosa, dado que lo han sufrido ante los campeones defensores de la NBA, que establecieron una nueva marca de equipo tras disputar las finales de la Conferencia Este por cuarta temporada consecutiva.
Mientras que los Rockets juegan su primera desde la temporada del 2015 cuando también se enfrentaron a los Warriors y las perdieron por 1-4 al mejor de siete.
“Hemos realizado una gran labor de equipo, sin importar quien consiguió los puntos”, declaró Durant al concluir el partido. “Sabíamos de lo importante que es siempre el primer duelo y más haciéndolo de visitantes y ante un rival como los Rockets”.
A pesar del triunfo, tanto el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, como Curry y Thompson, reconocieron que la serie no ha hecho más que comenzar y para estar en las Finales de la NBA todavía hay que ganar otros tres partidos más y eso no será nada fácil, aunque es su gran objetivo.