Los Golden State Warriors sobrevivieron en la prórroga (124-114) al ciclón LeBron James, autor de 51 puntos, mejor marca de su carrera en “playoffs”, gracias a un despiste de J.R. Smith que provocó una prórroga donde los vigentes campeones se mostraron intratables.
James, en una de las mejores actuaciones de todos los tiempos, añadió ocho rebotes y ocho asistencias en 48 minutos. Solo otros cinco jugadores en la historia han sido capaces de alcanzar los 50 tantos en un partido de las Finales: Elgin Baylor, Michael Jordan, Rick Barry, Jerry West y Bob Petit.
El español José Manuel Calderón saltó a la pista unos segundos con todo resuelto. Por los locales, Stephen Curry lideró a los suyos con 29 puntos, seguido por Kevin Durant con 26 y Klay Thompson con 24. Los de Steve Kerr sacaron adelante el duelo a pesar de perder de forma clara la batalla por el rebote (38-52).
Las estrellas de ambos bandos aparecieron desde el primer instante. Lo hizo Curry con un triple de más de siete metros y un precioso “alley-oop” para Durant que puso en pie al Oracle Arena, pero también James, intenso en defensa y eléctrico al contraataque.