El Gobierno estadounidense recomendó este viernes a sus ciudadanos no viajar a Nicaragua por la escalada de violencia a raíz de las protestas contra el presidente, Daniel Ortega, y ordenó la salida de los familiares de los diplomáticos.
“Reconsidere viajar a Nicaragua debido a los crímenes, los disturbios civiles y la disponibilidad limitada de atención médica”, indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
Además, ordenó la salida de los familiares de los cargos diplomáticos estadounidenses radicados en Nicaragua y autorizó a sus trabajadores a abandonar el país de forma voluntaria.
Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se han convertido en una reclamación que pide su renuncia entre acusaciones de abuso de poder, ejecuciones extrajudiciales y corrupción.
Desde entonces, 135 personas han perdido su vida como consecuencia a esta crisis sociopolítica, según los datos divulgados hoy por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
En su alerta de viaje, EEUU señaló que el Gobierno nicaragüense responde a estas manifestaciones “utilizando gases lacrimógenos, gas pimienta, balas de goma y munición real, lo que provoca un gran número de muertes y lesiones”.
La división dirigida por Mike Pompeo denunció que los perpetradores de esos asesinatos “son matones controlados por el gobierno vestidos de civil”.