Al menos 65 yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) han perdido la vida desde el lunes en el este de Siria, principalmente por ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El pasado 31 de octubre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdoárabe que apoya en tierra a la coalición internacional, anunció la suspensión de sus operaciones contra el EI tras los bombardeos turcos de posiciones militares kurdas en el norte de Siria.
Pero los ataques de la coalición se han reanudado ante las incursiones de los rebeldes del EI.
La coalición atacó a yihadistas que intentaban atacar un campo petrolero, Al Azrak, en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias, en el norte de Hajin, un pueblo todavía controlado por el EI, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
Este miércoles fueron otros veinte los rebeldes que murieron cuando atacaban el campo petrolero de Al Tanak, utilizado como base militar por las FDS.
Desde que empezó 2011, la guerra en Siria dejó unos 360 mil fallecidos.