Como parte del reciente comunicado de la comisión especial de seguimiento a la ayuda humanitaria de la asamblea nacional, Miguel Pizarro, presidente de la comisión especial y los diputados Wiliam Barrientos, José Trujillo, Karin Salanova, Dignora Hernandez y Maribel Guédez, miembros de la comisión expresaron sus opiniones sobre el agravamiento de las epidemias en el país y acerca de los datos ofrecidos en ese oficio.
En cuanto a la preocupación sobre el riesgo de contagio de epidemias que llevan años activas en el territorio nacional, parlamentarios de la comisión especial de seguimiento a la ayuda humanitaria expresaron que, “desde el 2016 estamos escuchando promesas sobre el plan de vacunación en el interior del país, un plan que no se desarrolló y que, como consecuencia, solo ha hecho que la emergencia humanitaria sea aún más compleja.
Venezuela, uno de los primeros países en erradicar la malaria, hoy tiene más de 617.0000 casos de contagio, según la sociedad venezolana de salud pública. Esto es resultado del declive del sistema de salud y los servicios públicos del país”.
Destacaron que la difteria sigue aún activa en 16 estados y 35 municipios del país, desde su reaparición en el 2016.
Tal epidemia ha cobrado la vida de 13 venezolanos en solo el primer trimestre del presente año, puntualizan tambien que esta es una realidad que ataca a muchos venezolanos y que debe ser atendida en la brevedad posible, aunque por medio de la situación económica del país se ha dificultado.
Cabe acotar que los hospitales y centros de salud no cuentan con suficientes insumos, ni medicamentos para atender estas epidemias y menos para frenar su crecimiento.
Es por esta razón que miembros de este grupo alertan a la comunidad nacional e internacional del agravamiento de las condiciones de vida de los venezolanos, debido a que en los diferentes centros de salud del territorio se nota la falta de insumos y la carencia en salud, a raíz de esto, han vuelto enfermedades como la difteria, la malaria, el sarampión, y el chagas, lo que implica un riesgo en algunos casos mortal.
La emergencia humanitaria compleja impide hoy el acceso de la mayor parte de población a medicinas y tratamientos que permitan a los pacientes de estas epidemias ser atendidos.