La carga rápida es una de las tecnologías que han mejorado mucho la experiencia de uso en nuestros dispositivos. Si bien es cierto que las baterías no han aumentado al mismo nivel que otros componentes como la cámara o la pantalla, la tecnología de carga rápido si ha ido mejorando año tras año.
El problema es que hoy en día se ha vuelto más común que los fabricantes incluyan teléfonos que soportan carga rápida avanzada pero el cargador que incluyen en la caja no tiene la capacidad de ofrecernos la potencia para aprovechar dicha tecnología.
Lo anterior no significa que los cargadores no sean de carga rápida, simplemente significa que no ofrecen toda la potencia que soporta el equipo, por lo que no es posible disfrutar de la carga rápida en toda su velocidad, sino de una que es más lenta, aunque no por eso deja de catalogarse como carga rápida.
Un ejemplo de lo anterior son el Xiaomi Mi A3 o el Galaxy Note 10, equipos que soportan una carga rápida muy superior a la que ofrece el cargador con el que vienen en la caja.
Por esta razón es probable que puedas usar un cargador que no ofrezca toda la potencia que soporta tu smartphone, por lo que puedes comprar un cargador (o usar otro que tengas en casa) que te de la potencia que necesitas.
Entendiendo la carga rápida y los cargadores
Para fines prácticos es importante saber que todo celular que soporte una carga de 10W o 10 vatios ya es considerado como un teléfono compatible con la carga rápida, pues Quick Charge 1.0 ofrecía esta potencia de carga.
Obviamente que hoy día podemos encontrar diferentes tecnologías de carga rápida, incluso la última de Qualcomm y conocida como Quick Charge 4.0 ofrece hasta 27 W de potencia, sin embargo fabricantes como Huawei, OnePlus y OPPO superan esta potencia con otros sistemas de carga rápida.
Cómo identificar el cargador correcto
Para saber la potencia de nuestro cargador es necesario saber cuál es la salida que ofrece en voltios y amperios, de esta forma podemos saber cuántos vatios de potencia salen del cargador.
Para calcularlo solo debemos multiplicar los voltios por los amperios, y así tenemos los vatios. Por ejemplo, un cargador que dice 5V==2A significa que ofrece una potencia de 10W o vatios.
Por ende, si nuestro teléfono soporta carga rápida de 18W, entonces necesitamos un cargador de 9V==2A.