El número de personas muertas este sábado por varios deslizamientos de tierra causados por fuertes lluvias en el condado de West Pokot (noroeste de Kenia) ha aumentado hasta 52, informaron este lunes fuentes oficiales.
Al menos otras 22 personas se encuentran desaparecidas:
Esa es la última cifra facilitada por el gobernador de West Pokot, John Lonyangapuo, quien destacó hoy que al menos otras 22 personas se encuentran desaparecidas después de que riadas de lodo arrasaran puentes, carreteras y viviendas en los pueblos de Parua, Nyarkulian y Muino.
De acuerdo con Lonyangapuo, al menos 22.000 viviendas y entre 80.000 y 120.000 personas se han visto afectadas o desplazadas por los lodazales, creando una situación de emergencia que preocupa a las entidades de respuesta sobre el terreno.
«Nos preocupan más las familias a las que no llega el apoyo que podría salvarles la vida. No tienen comida ni agua ni pueden recibir atención médica«, explicó este lunes en un comunicado la secretaria general de la Cruz Roja de Kenia, Asha Mohammed.
El acceso a muchas de las áreas afectadas se ha visto obstaculizado debido a la falta o el destrozo de infraestructuras como carreteras y puentes, por lo que helicópteros militares y policiales han sido movilizados en las tareas de rescate.
«Todo se lo tragó la tierra y cuando eché un vistazo por el vecindario, las casas también habían sido enterradas. Fue impactante, no sabía por dónde empezar«, declaró uno de los supervivientes, Raphael Pkolowo, al diario keniano «Sunday Standard» en declaraciones publicadas este domingo.
«Vi cómo cuatro personas eran enterradas vivas. Nos encontrábamos indefensos cuando el lodazal sepultó (también) a mi padre, a mi madre y a mis dos hermanos. Pudimos rescatar a uno de mis hijos«, agregó Pkolowo, residente de Nyarkulian.
El Departamento de Meteorología de Kenia ha advertido de que se esperan más precipitaciones fuertes hasta este martes en el país, incluido el condado de West Pokot, y ha alertad a la población de que esté alerta ante posibles aludes.