Al igual que los pies, las rodillas también soportan el peso corporal. Al saltar, al realizar sentadillas, al ejecutar pesas, en la bicicleta, en la caminadora o haciendo aeróbicos, con cualquier movimiento le imprimimos fuerza y desgaste a estas articulaciones, que son las más propensas a padecer traumatismos.
Las rodillas están compuestas por huesos, ligamentos y elementos de amortiguación llamados meniscos, envueltos todos ellos en una cápsula con líquido sinovial en su interior, que ayuda a lubricarlas.
Pero cuando nos inscribimos en un gimnasio desconocemos cómo proteger las rodillas para que no sufran durante el entrenamiento. Solo si tenemos una lesión o un dolor inusual es que les préstamos atención.
Con unos tips sencillos podemos prevenir la aparición de lesiones y evitar el desgaste. Alberto Soler, entrenador personal de la cadena de gimnasio Gold’s Gym, es el experto que en esta oportunidad nos dirá cómo cuidar esta parte del cuerpo.
Recomienda ejecutar siempre calentamientos antes de hacer ejercicios. Al preparar las rodillas con ejercicios especialmente dedicados a ellas, combinados con el calentamiento habitual, evitarás que sufran durante el entrenamiento:
1. Extensión de cuádriceps, es un tipo de entrenamiento con pesas de aislamiento cuyo músculo-objetivo es el entrenamiento del cuádriceps de la pierna.
2. Ejercicios con carga progresiva, con los cuales se puede ir incrementando el peso que utiliza para el mismo rango de repeticiones, o aumenta el número de repeticiones que hace con el mismo peso en dicha rutina. Por ejemplo, comienza con 20 kilos, luego 40, 60, 80 hasta que llega a 100.
Señaló que entre las principales contusiones por la falta de calentamiento están los tirones musculares y de tendón. Las más graves son los desgarres musculares, que son la distensión o rotura de un músculo o de un tendón causada por forzar el tejido muscular.
Soler recalcó la importancia de los calentamientos y, después de los ejercicios, ejecutar estiramientos para liberar la tensión que queda en los músculos.