Si bien la era digital venía transformando a muchas escuelas hasta convertirse en parte de sus rutinas, la pandemia aceleró este proceso. De una semana a otra, sin aviso previo, docentes y alumnos pasaron de las aulas físicas a las aulas virtuales a través de plataformas de video online. Las computadoras reemplazaron a los libros, la pantalla compartida reemplazó a las pizarras y las aplicaciones de mensajería reemplazaron el patio de recreo. Para las escuelas que optaron por el camino online surgieron nuevos desafíos relacionados con la privacidad, las filtraciones de datos y los ataques informáticos.
La educación en línea es una tendencia que llegó para quedarse, incluso después que las clases regresaron a los edificios escolares. Desde ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, advierten que cada escuela está expuesta a riesgos, ya que cuentan con datos confidenciales, como nombres, direcciones y detalles de pago de alumnos y de quienes trabajan. Por lo tanto, quienes tienen responsabilidad en la administración de una escuela deberían gestionar la ciberseguridad de la misma.
Las amenazas vienen en diferentes formatos y pueden provenir de cualquier lugar:
– Cibercriminales: Los ciberdelincuentes y los ataques automatizados serán el escenario más común y la principal amenaza.
Estudiantes: Los propios estudiantes pueden ser quienes intenten vulnerar los sistemas de la escuela. A veces solo por diversión; otras veces para cambiar sus calificaciones o acceder a la información de otras personas.
Personal de la escuela: al igual que un estudiante, el personal de una institución educativa también puede estar detrás de un ataque cibernético. Aunque este escenario es menos frecuente, puede ocurrir por un deseo de causar daño, pánico o venganza.
Para ESET la ciberseguridad se puede desglosar en cinco pasos muy concisos que se deben seguir al implementar una nueva estrategia:
1- Hacer un inventario de los equipos: ¿Con cuántas computadoras cuenta la escuela? ¿Están todas funcionando correctamente? ¿Cuentan con una solución de seguridad instalada?
2- Contar con un especialista de TI dedicado: para comprender si todos los dispositivos enumerados funcionan correctamente o si necesitan actualizarse, según el tamaño de la escuela se necesitará o bien de una persona encargada de TI o de un equipo de TI.
3- Crear talleres de ciberseguridad para capacitar al personal de la escuela: Comenzar desde cero: suponer que ninguno de los empleados tiene conocimientos sobre ciberseguridad e intentar desarrollarlos a través de talleres dedicados.
4- Crear un entorno que aliente al personal a denunciar posibles amenazas: Es importante transmitir a cada uno de los miembros de la institución que nadie es infalible y que cualquiera puede ser víctima de una estafa, ya que es importante que informen cualquier incidente para que la institución pueda tomar medidas a tiempo para proteger tanto a la persona afectada como a la escuela.
5- Hacer que temas como la ciberseguridad estén presente en el plan de estudios de la escuela: más que solo proteger la escuela de una posible amenaza, los docentes deben tener conocimientos sobre seguridad informática para garantizar que están capacitados para transmitir ese conocimiento a sus alumnos desde una edad temprana.