El terremoto de magnitud 7,8 grados ha cobrado la vida de más de 1.500 personas, ha dejado 7 mil heridos, 2.470 rescatados, 2.818 edificios destruidos y al menos 45 países ofrecieron ayuda.
El Presidente turco, Recep Erdoğan, señaló que los equipos de búsqueda y rescate fueron enviados de inmediato a las áreas afectadas por el terremoto e iniciaron sus labores rápidamente.
En Siria, de momento hay otros 473 muertos y 1.382 heridos.
«Es el segundo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Según las últimas evaluaciones es de 7,7. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria», dijo el mandatario turco, al confirmar que se han registrado derrumbes o daños graves en más de 2.800 viviendas y que se ha rescatado con vida a 2.470 personas de los escombros.
Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.