El nuevo balance basado en datos oficiales y médicos es de 17.674 muertos en Turquía y 3.377 en Siria, aumentando el balance general a 21.051 muertos. Los expertos consideran que el balance aumentará.
Por otra parte, la esperanza de encontrar más supervivientes se desvanece en las zonas afectadas por el potente terremoto, uno de los más mortíferos en décadas en la región, con más de 22.000 fallecidos.
Equipos de rescate que han llegado de distintos países continúan la búsqueda de miles de personas que están atrapadas entre los escombros, pero el optimismo mengua ante las gélidas temperaturas y la superación del plazo de 72 horas que se considera crucial para salvar vidas.
Muchos de los evacuados serán alojados de manera temporal en hoteles de las ciudades turísticas de la costa sur de Turquía, como Antalya, donde ahora es temporada baja, con poca ocupación.
Los sismos, de magnitud de 7,7 y 7,6, que azotaron el sureste de Turquía y norte de Siria el pasado lunes, se han cobrado al menos 22.000 víctimas mortales, así como decenas de miles de heridos.