La cardiopatía congénita es una entidad relacionada con la estructura y el funcionamiento del corazón, que está presente al nacer, y que puede alterar la forma en que la sangre fluye en el corazón. Los defectos varían, desde simples, los cuales pueden no causar problemas, hasta complejos, con complicaciones que ponen en riesgo la vida.
Los indicios de una cardiopatía congénita se muestran cuando se formó mal el corazón en las primeras seis semanas de embarazo, es decir, que con respecto a su forma se nota una conformación inadecuada.
El especialista en cardiología y hemodinamia de GMSP, Federico Borges, indicó que, “en esas primeras seis semanas de embarazo, si hay algún traumatismo o radiaciones, o algún uso de medicaciones o de drogas que puedan cambiar la forma en que se iba a formar el corazón, es precisamente lo que puede conllevar a una cardiopatía” de este tipo.
Señaló que también hay algunas familias que tienen tendencia a tener más posibilidades de sufrir defectos cardíacos, en el caso de un matrimonio consanguíneo (si una mujer y su pareja son de la misma familia) se aumenta el riesgo, también sucede si hay antecedentes en la familia de haber tenido cardiopatías congénitas.
Detectar a tiempo
El doctor Borges explicó que “una consulta prenatal con el obstetra es clave para detectar a tiempo una cardiopatía congénita, si se hace un buen ecocardiograma fetal se puede revelar antes del nacimiento o posterior al nacimiento dicho padecimiento, por la presencia de algunos síntomas que puede encontrar el pediatra, de manera que pueda ser atendido”.
Aproximadamente el 1 % de la población en cualquier parte del mundo nace con cardiopatías congénitas, sin embargo, la mayoría de los casos alrededor de más del 99 % tienen tratamiento, bien sea por cateterismo intervencionista, a través de una cirugía de catéter sin abrir el paciente, o de otra opción que es la cirugía de corazón abierto, una práctica en la cual se detiene el corazón para colocar una bomba extracorpórea y reparar la cardiopatía.
El especialista refirió que “en el GMSP tenemos la posibilidad de hacer evaluaciones prenatales muy precisas, gracias a los equipos de alta tecnología e imágenes nítidas que tenemos a disposición para lograr un diagnóstico, la recomendación sería hacer una evaluación cardíaca prenatal, dos veces en el embarazo, independientemente de los antecedentes”.