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Nuevas tendencias en pesquisas de cáncer colorrectal

Nuevas tendencias en pesquisas de cáncer colorrectal

Los biomarcadores sanguíneos y las pruebas de ADN en heces son parte de las nuevas tendencias en pesquisas de cáncer colorrectal que están en período de validación y permiten detectar lesiones que presentan una alta probabilidad de malignización.

Los exámenes nuevos contribuyen con la detección precoz del cáncer colorrectal, sin embargo, “su efectividad continúa en evaluación”, ya que, en el caso de las pruebas de ADN, “tiene que haber mutaciones precancerosas o cancerosas para que sean detectadas”, aclaró el director de la SAV, doctor José Di Giorgio.

En el caso de los biomarcadores sanguíneos, aunque ayudan a encontrar marcadores tumorales (sustancias liberadas por células cancerosas) los exámenes no muestran específicamente a qué se debe el estado en el que se encuentran, sea grave o no. Además, puede ocurrir que los marcadores tengan un valor normal cuando se padece de cáncer.

“Los exámenes preventivos son lo más importante para poder disminuir la incidencia de cáncer colorrectal”, por eso el doctor Di Giorgio, especialista en gastroenterología, indicó que, además de las pruebas nuevas, a partir de los 45 años debe hacerse una colonoscopia. Señaló que “la frecuencia de las pesquisas depende de si el paciente posee antecedentes familiares o no y de si tiene algún síndrome polipósico, en cuyo caso se considera la cantidad y el tipo de pólipos encontrados en la primera colonoscopia realizada.

La importancia de la detección temprana es que, “si se retira un pólipo antes de que progrese, la probabilidad de sufrir de cáncer colorrectal es prácticamente cero”, explicó el especialista. En cambio, si se detecta cuando la enfermedad está en el organismo, la posibilidad de sanar disminuye, según el estadio de la patología en la que se detecte.

El doctor Di Giorgio añadió que, si se diagnostica el cáncer colorrectal en estadio I, está localizado en un solo lugar del cuerpo, por eso la tasa de supervivencia a los 5 años está por encima del 90 %. Pero, si se descubre en el estadio IV, hay metástasis, por ello la probabilidad se reduce aproximadamente entre el 12 % y 15 %.

Recalcó el doctor de la SAV, que “según el estadio en que se diagnostique, las diferencias en la probabilidad de supervivencia son dramáticas”, por eso, a pesar de que es importante conocer los síntomas de la enfermedad, “lo necesario es no esperar a tener esos indicios de alarma, sino hacer los exámenes de prevención” a tiempo.

Detalló que los síntomas se presentan según la localización y el estadio del tumor, por lo que, si está en una zona baja y sangra, el paciente puede ver sangre roja en las evacuaciones, pero si está alejado del ano, no se va a ver el sangrado en las heces, pero si se puede presentar anemia, y obstrucción al evacuar si aumenta el tamaño.

“También puede haber dolor abdominal, sensación de distención, cambios en el ritmo intestinal, pérdida de peso, y, cuando hay tumores en el recto, puede haber tenesmo(sensación de querer evacuar, aunque no se tenga la necesidad)”, puntualizó el especialista médico, y “en caso de tener anemia, se puede presentar fatiga, palidez y debilidad.

“El problema es que los síntomas de cáncer pueden confundirse con otras patologías, por eso un paciente que tenga cualquiera de esos síntomas debe hacerse una colonoscopia para despistar cáncer colorrectal”, advirtió el doctor Di Giorgio.

La prevención es clave

La prevención implica una dieta rica en fibra, frutas, verduras y granos integrales, y evitar grasas saturadas y alimentos con exceso de nitritos como carnes rojas con cocción rápida, como las parrillas. A su vez, se debe ejercitar regularmente y evitar la obesidad, fumar y tomar alcohol.

El doctor también mencionó que existen nuevas formas de tratar el cáncer entre las cuales están: la terapia dirigida, donde las moléculas afectan proteínas de determinados tumores; y la inmunoterapia, que estimula al sistema inmune para que destruya las células cancerosas.

La terapia dirigida y la inmunoterapia son tratamientos contra el cáncer “altamente efectivos porque tienen un bajo porcentaje de efectos adversos, ya que son procedimientos muy precisos y directos”.