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Cáncer de piel está entre los más frecuentes en Venezuela

Cáncer de piel está entre los más frecuentes en Venezuela

El cáncer de piel es el crecimiento descontrolado de células anómalas de la piel, dando lugar a tumores malignos. La mayoría de las veces la causa está en la repetida exposición de la piel a los rayos ultravioleta (UV) del sol sin protección, y puede ser de tres tipos: carcinoma de células escamosas o espinocelular, carcinoma de células basales (basocelular) y melanoma.

Con motivo de concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y de adoptar buenos hábitos para evitar esta patología, así como para estar pendientes de posibles lesiones sospechosas, a fin de lograr el diagnóstico temprano de la enfermedad, cada 13 de junio se conmemora el Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Piel, que es uno de los más comunes del mundo.

A pesar de la baja cantidad de muertes en comparación a otros tipos de cáncer, el cáncer de piel no melanoma es estadísticamente, uno de los padecimientos oncológicos más frecuentes en Venezuela. Por lo tanto, requiere de mucha prevención.

La dermatóloga del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctora María Wan Der Biest, aseguró que la piel debe tener una apariencia homogénea, brillante, sin endurecimientos o descamaciones, por lo que es necesario permanecer atento a los cambios y cicatrices de este órgano, ya que estos pueden ser cancerígenos y requieren la revisión de un profesional.

La piel es el órgano más grande del cuerpo, que protege al organismo de agentes externos y refleja la salud del mismo, por lo que es importante consultar a especialistas en dermatología cuando no muestra un aspecto saludable y aparecen lesiones en ella, ya que estas pudiesen ser cancerígenas.

La doctora Wan Der Biest explicó que las lesiones sospechosas de cáncer de piel pueden aparecer con mayor frecuencia en las zonas expuestas a los rayos UV, y con forma de: un bulto ceroso o perlado; una lesión plana, similar a una cicatriz marrón o del color de la piel; una úlcera con costras o sangrante, que si se cura y regresa, no cicatriza; un área grande de color marrón con partes más oscuras; un lunar que cambia de tonalidad, tamaño, forma o sangra; una lesión pequeña con borde irregular y partes de color rojo, rosado, blanco, azul o azul oscuro.