Los textos descriptivos y narrativos, historias cortas, poemas y biografías, que puedan leer o escuchar al participar en dinámicas similares a las de los cuentacuentos tienen significativos beneficios para los adultos mayores, desde el punto de vista recreativo, así como para preservar sus habilidades sociales y cognitivas.
La neuropsicólogo Erika Pazmiño, explicó que “la lectura y oír de terceros la narración de diversos tipos de relatos, mejora capacidades sociales como la empatía”.
Destacó que “la persona que está escuchando se puede meter en el cuento, en la historia, sentir como siente ese personaje, por ejemplo. Igualmente, va a potenciar la concentración, el razonamiento, la creatividad y la atención verbal, porque tiene que estar allí muy atento, escuchando para seguir la secuencia de lo que sucede, lo cual es importantísimo ya que habrá una activación cerebral, estimulando gran parte de sus funciones cognitivas”.
Aseguró que con estas actividades los adultos mayores se entretienen, obtienen sensación de bienestar, y “le quitan espacio a situaciones negativas o problemas”.
Igualmente, evocan recuerdos y favorecen la memoria remota y la reciente. También pueden facilitar el descanso nocturno, si se hacen en horas cercanas al anochecer. Lo recomendable es que disfruten estas dinámicas diariamente, y hasta dos veces al día, si hay disponibilidad de tiempo en las rutinas del adulto mayor. Pazmiño aconsejó que, en general, se elijan textos, cuentos, poemas o historias que sean motivadores, reflexivas y con mensajes positivos.
Lecturas estimulantes
La especialista en Neuropsicología indicó que aunque recuerden poco o nada después de la lectura, permanece en ellos el sentimiento de bienestar y satisfacción.
Si este tipo de actividades las hace un cuidador en el hogar, la especialista sugirió evitar narraciones que contengan situaciones tristes, angustiantes o que le generen al adulto mayor ansiedad, “es preferible elegir lecturas motivadoras o reflexivas”.