En respuesta a los devastadores incendios de 2022 en el Parque Rapa Nui, la UNESCO ha completado en junio de 2023 un diagnóstico detallado de los daños en los recursos arqueológicos y ha subrayado la necesidad de intervenciones a corto plazo para proteger y preservar este sitio patrimonial de renombre mundial.
Los incendios, que tuvieron lugar el 4 de octubre de 2022, afectaron principalmente al sitio de visitación Rano Raraku, conocido por ser la cantera de fabricación de los moai, las emblemáticas estatuas de Rapa Nui (también conocida como Isla de Pascua). Como resultado del fuego, numerosos recursos arqueológicos fueron sometidos a altas temperaturas, comprometiendo su preservación. Asimismo, se encontraron otros factores de daño de diverso origen. Debido a todas estas causas, hay alteraciones graves en 22 moai, los que deben ser tratados a corto plazo.
Para abordar esta crisis, la UNESCO, en colaboración con la comunidad indígena Mau Henua, entidades gubernamentales y la sociedad civil, inició acciones de respuesta para evaluar los daños y desarrollar un plan de gestión de riesgo para el sitio Rano Raraku que forma parte del sitio de Patrimonio Mundial.
El plan no solo busca diagnosticar el estado de conservación del sitio después de los incendios, sino también fortalecer las capacidades locales para prevenir futuros desastres y responder de manera coordinada y oportuna ante cualquier calamidad, buscando proteger los valiosos bienes culturales y arqueológicos del sitio.
El diagnóstico, elaborado por un equipo multidisciplinario, se basó en registros previos realizados en Rano Raraku y estableció una metodología que permitió evaluar los 358 elementos arqueológicos del sitio en una escala numérica de acuerdo a la extensión e intensidad de la alteración de los recursos afectados. Según los especialistas, los agentes de alteración incluyen no solo los incendios, sino también factores climáticos, hídricos, biológicos y antrópicos directos.
Se identificaron diferentes síntomas de alteración en los recursos arqueológicos, como cambios de coloración, erosión, presencia de vegetación, líquenes y deplacamiento. El diagnóstico destaca que la erosión causada por factores climáticos e hídricos es la alteración más recurrente y perjudicial, ya que afecta la forma y los rasgos estilísticos de los moai.
Los expertos, además, enfatizan la necesidad de intervenir aquellos recursos arqueológicos con niveles altos de alteración a corto plazo. Se propone aplicar técnicas de control del biodeterioro, consolidación e hidrofugación, así como implementar medidas para prevenir y mitigar incendios forestales en el área.
La representante de la UNESCO en Chile, Claudia Uribe, subrayó la importancia de una acción coordinada para proteger el valioso patrimonio de la isla.
“La conservación y gestión adecuada de este legado cultural son fundamentales para el pueblo Rapa Nui y para la humanidad dado su inmenso valor patrimonial”, dijo.
Asimismo, señaló que “la UNESCO continuará apoyando los esfuerzos de recuperación en Rapa Nui, promoviendo la sensibilización sobre la importancia de proteger el patrimonio y fortaleciendo las capacidades locales en la gestión y conservación del sitio del Patrimonio Mundial”.