Abordar con empatía, de forma amable y respetuosa, a quienes padecen Alzheimer, Parkinson u otros trastornos neurocognitivos puede facilitar el aseo personal, y evitará que las rutinas de higiene se conviertan en momentos conflictivos y de tensión. Según expertos, hacerlo de otro modo, es decir, con confrontación, órdenes e imposiciones ocasionará rechazo por parte del adulto mayor.
La licenciada en Enfermería y Coordinadora de Enfermeras y Cuidadores de la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa, Alejandra Ayala, explicó que “hay personas que al ofrecerles el baño a la primera no lo aceptan, lo recomendable es no insistir porque eso le puede alterar su día y lo indispone a otras actividades. Lo recomendable es esperar y ofrecer el baño durante el día, pero no dejar de hacerlo. Hay que explicarle con amabilidad la importancia de mantenerse aseadas, invitarlas a hacerlo y así se logra convencer y contar con su cooperación”.
Señaló que es una buena opción informarles que es el momento de la rutina diaria de higiene personal, solicitándoles su ayuda para escoger la ropa que se desee poner, ofrecerle desayuno, y proponerle un paseo, “les podemos decir algo como que ‘nos vamos a arreglar bonitos para salir’, preguntarles si las prendas de ropa combinan. Dependerá del grado de avance del trastorno, por supuesto, pero lo ideal es que se haga desde una invitación y una propuesta”.
Preparar el baño
Indicó que, antes de comentarle al adulto mayor que es la hora de su aseo personal, es importante que el cuidador haya preparado y adecuado el espacio, así como también que tenga a la mano los productos de higiene necesarios.
Explicó que la rutina dependerá de si el adulto mayor aún es independiente, si tiene alguna condición física limitante o está encamado, “es importante contar en el área de la ducha con una silla trono sanitario o con una silla convencional, por si la persona se cansa o no puede estar de pie. Igualmente, se debe tener alfombra antirresbalante para evitar caídas”.
Aseguró que “si la persona es dependiente nosotros lo enjabonamos o el cuidador deberá enjabonarlo en casa, y una silla trono sanitario facilita la higiene del área genital.