La hepatitis es una enfermedad que inflama el hígado, específicamente al parénquima hepático, y que puede ser provocada por virus, bacterias, parásitos, enfermedades autoinmunitarias, consumo excesivo de alcohol y toxinas entre otras causas.
La Organización Mundial de la Salud ha señalado que aproximadamente 57 % de los casos de cirrosis hepática y 78 % de los de cáncer primario de hígado, son causados por los virus de la hepatitis B y C. Asimismo, se estima que existen 325 millones de personas con infección de hepatitis en todo el mundo, de las cuales en América habría 7 millones con hepatitis C crónica y alrededor de 4 millones infectadas de hepatitis B crónica, con cifras de mortalidad cercanas a las 125 mil anuales.
Cumplir los esquemas de vacunación
Explica la Dra. Adriana Gamboa, internista y gastroenteróloga de la clínica Piedra Azul, que existen siete tipos de hepatitis virales: A, B, C, D, E, F y G, con un mecanismo de transmisión diferente para cada una de ellas. “Las más frecuentes, y las que más se han estudiado, son las A, B y la C.
En el caso de la hepatitis A, el virus entra por la boca (fecal-oral) cuando una persona no infectada ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada. En este sentido, el principal factor de riesgo son las malas medidas de higiene. El lavado de las manos y la higiene de los alimentos es la mejor protección contra el virus de la hepatitis A”.
Señala la especialista que, en el esquema de vacunación aplicado en Venezuela, existe la vacuna contra la hepatitis A y la misma debe colocarse al cumplir el primer año de vida, y una segunda dosis entre 6 meses y un año después de la primera vacuna. “Si la persona no ha sido vacunada contra la hepatitis A, es recomendable que lo haga, independientemente de su edad”, sugiere la Dra. Gamboa.
Recalca la importancia de la vacuna contra la hepatitis B, la cual debe colocarse al niño al momento de su nacimiento; una segunda dosis a los dos meses y la tercera dosis a los seis meses. Advierte la especialista de la Clínica Piedra Azul, que el mecanismo de transmisión de la hepatitis B es por sangre o por vía sexual, por lo que toda persona de alto riesgo que no se haya vacunado contra este tipo de hepatitis, debería hacerlo, como es el caso del personal de salud, y aquellas que son promiscuas en sus relaciones sexuales y no usan preservativos; las que comparten agujas, cepillos de dientes o afeitadoras; y las que se realizan tatuajes en sitios no certificados.