Una alimentación equilibrada ayuda a tener un buen estado de salud y bienestar integral, y cuando se trata de patologías neurodegenerativas la calidad de la nutrición es también un aspecto importante, porque incide directamente en el deterioro cognitivo – puede acelerarlo o enlentecerlo – que produce la enfermedad de Alzheimer.
La nutricionista, Tibisay Acosta, explicó que se “debe evitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y los procesados, embutidos, mantequilla y carnes rojas, así como azúcares refinados, pasteles, dulces, exceso de pan, cereales y snacks. Todos estos alimentos ocasionan acumulación de proteínas beta-amiloides, que son los responsables de este padecimiento”.
Enfatizó que en la dieta de personas con Alzheimer deben prevalecer “todos aquellos alimentos ricos en antioxidantes y grasas insaturadas, por lo que se recomienda el consumo de aguacates, nueces, aceite de oliva y vegetales verdes como espinacas, acelgas, brócoli, y col de Bruselas, así como legumbres, frutos secos, tomates, cebollas, ajos, frutas cítricas, y manzanas, que son ricos en flavonoides y aumentan los niveles de HDL, que es el colesterol bueno”.
Destacó también que se recomiendan los alimentos con alto contenido en vitamina E, ya que es “un poderoso antioxidante” y se puede encontrar en aceites, nueces, cereales integrales y vegetales de hojas verdes. Indicó que “estos nutrientes se asocian con un deterioro cognitivo más lento, un menor riesgo de demencia y una acumulación reducida de proteínas beta-amiloides”.
Entre la lista de biocomponentes “protectores” del cerebro se encuentran además las vitaminas A, C y D y las del grupo B; y minerales como el calcio, zinc, fósforo, cobre, hierro y magnesio, y ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y 6, que están en frutos secos, pescados azules (sardinas, atún, salmón) y en el aceite de oliva.
Indicó que “la cúrcuma presente en el curry es un componente idóneo para prevenir la formación de las placas de proteínas beta-amiloides, que se desarrollan en el cerebro de las personas con Alzheimer”.
Alimentación preventiva
La nutricionista señaló que una alimentación equilibrada por sí sola no es un aspecto preventivo de la enfermedad, pero “junto con buenos hábitos de vida sí ayuda a reducir el riesgo de desarrollarla”.
Explicó que “además de la nutrición deben tomarse en cuenta otros factores como la actividad física y mental, el control del sueño y el estrés. No existe una lista definitiva de alimentos que previenen el Alzheimer, sino que se trata de una combinación de rutinas saludables que ayudan a disminuir las posibilidades de padecer este mal”.