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El estrés puede producir una peligrosa enfermedad silenciosa

La presión arterial alta es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo, también se conoce como hipertensión, y es cuando la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias se mantiene constantemente por encima de los rangos que se consideran normales, lo cual obliga al corazón a trabajar con más esfuerzo, situación que lo afecta y predispone al organismo a diversas enfermedades cardiovasculares con riesgo de muerte o incapacidad.

A la hipertensión se la conoce como la enfermedad silenciosa, y muchas veces no diagnosticada, debido a que muchas personas hipertensas no presentan síntomas y no saben que la tienen. En otros casos, el paciente puede sentir rigidez y presión alrededor de la frente o dolor constante, que puede ser fuerte, en las sienes o en la parte posterior de la cabeza y el cuello. Podría sentir nauseas o vómitos, confusión, cambios en la visión, sangrado nasal, entre otros.

Si no se trata, con el tiempo, puede provocar trastornos de la salud, como enfermedades cardíacas (ataque cardíaco, evento cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, aneurisma), derrames cerebrales y otros problemas de salud grave como daño renal y provocar insuficiencia renal crónica, y daños en los ojos, ya que a la larga daña los órganos del cuerpo. También puede generar muerte prematura.

Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces. Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.

Generalmente, la hipertensión se define como la presión arterial igual o por encima de 140/90 y se considera grave cuando está por encima de 180/120. 

Muchos factores pueden afectar la presión arterial, incluso: estar estresado o ansioso, tener sobrepeso, tomar demasiado alcohol, tener antecedentes familiares, diabetes, fumar, la cantidad de agua y de sal que se tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos, los niveles hormonales, la edad avanzada, ya que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad.

En la mayoría de las personas, la hipertensión arterial se detecta cuando visitan a su proveedor de atención médica o se la hacen medir en alguna parte, como en una farmacia, por ejemplo. Todos los adultos mayores de 18 deberían medirse la presión arterial cada año, al igual que todos aquellos que tienen un historial de lecturas de presión arterial alta, y los que tienen factores de riesgo de presión arterial alta deben medirse más a menudo.

Entre las recomendaciones se indica consumir una alimentación cardiosaludable que incluya potasio y fibra, tomar mucha agua, hacer al menos 40 minutos de ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso, al menos 3 a 4 días a la semana, si fuma, dejar de hacerlo, reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los hombres o menos y considere dejar de tomar totalmente, reducir la cantidad de sodio (sal) que consume, intente consumir menos de 1,500 mg por día, reducir el estrés, trate de evitar factores que le causen estrés, y pruebe con meditación o yoga para desestresarse, mantener un peso corporal saludable, descansar bien durante la noche.

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