Ejercitarse regularmente, masticar bien los alimentos, excluir las comidas que no tienen valor nutricional, evitar consumir azúcares en exceso, productos ultra procesados y no comer frituras ni comida chatarra, son hábitos que contribuyen a mantener una buena salud digestiva, según los expertos.
“Una de las principales causas de los problemas digestivos es el estrés y el hacer ejercicio reduce las tensiones y obviamente hay mejoría en lo que son patologías como las gastritis, el intestino irritable y el estreñimiento. Además, por supuesto, de los otros beneficios que tiene para todo el organismo”, asegura Amelia de La Peña, nutricionista.
El ejercicio reduce la gastritis
La especialista explica que el entrenamiento ayuda para el tono muscular de la zona abdominal lo cual influye directamente en el mejoramiento de la función de todos los órganos de esa área, y esto a la vez se percibe en una disminución de las flatulencias y la constipación.
El ejercicio físico además contribuye a la prevención de enfermedades que afectan el sistema digestivo como la diverticulitis y las gastritis.
“La actividad física aumenta el metabolismo y cuando nuestro sistema metabólico está funcionando bien, los procesos digestivos se llevan a cabo con normalidad y se evita lo que es la pesadez estomacal y reduce el riesgo del estreñimiento, por ejemplo. Estos efectos se ven con el entrenamiento correcto y con una duración prolongada, no de diez minutos ni tampoco en exceso. Todo esto va a ayudar a una persona sana a mantener su sistema digestivo en buenas condiciones”, señala De la Peña.