El ejercicio físico es clave para una mente sana. Cuando realizamos actividad física estimulamos a nuestro cerebro a liberar sustancias químicas como endorfinas, serotonina, dopamina, entre otras. Ellas, en conjunto, mejoran nuestro estado de ánimo, aumentan la sensación de bienestar, mejoran nuestro apetito, aumentan la calidad de sueño, y más.
Mantenerse activo físicamente ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés, permitiendo sentirse más tranquilo y en control.
El ejercicio físico no solo beneficia el cuerpo de forma estética con el desarrollo muscular, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental, ya que contribuye a mantener una mente sana, alejada de preocupaciones y enfocada en el logro de metas que proporcionen bienestar personal.
La Personal Trainer y Psicóloga, Cemir Palacios, explicó que “diversos estudios indican que existe una relación simbiótica entre el ejercicio y la salud mental. Al realizar actividad física frecuente podemos medir como puede disminuir la ansiedad, el estrés y la depresión de forma efectiva”, actuando como un “antidepresivo natural”.
Deporte y salud mental
Existe una rama de la psicología denominada psicología deportiva que ayuda a los jugadores de alto rendimiento a mejorar su estado mental y capacidades: atención, concentración, motivación, autoestima, resolución de conflictos, entre otros. Mediante terapia y herramientas psicológicas.
Por otro lado, alcanzar metas y superar retos físicos fortalece la autoestima y la confianza en uno mismo, aspectos fundamentales para combatir la depresión. Además, realizar cualquier tipo de entrenamiento permite enfocarse en el “presente”, alejando la mente de pensamientos negativos y preocupaciones.
Palacios, señaló que, al mismo tiempo, la actividad física genera endorfinas, las “hormonas de la felicidad (serotonina, dopamina, entre otras)”. Estas sustancias, “elevan el estado de ánimo, reducen la sensación de dolor y generan una sensación de bienestar”.