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Las necesidades nutricionales de cada paciente oncológico son únicas, dependiendo del tipo de cáncer que padezca, los efectos secundarios del tratamiento y las condiciones generales de salud. Por ello, un plan alimenticio personalizado elaborado por un nutricionista resulta indispensable para mejorar su calidad de vida durante el proceso de curación.
La licenciada Ana Sojo, nutricionista de la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC) de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), explicó que, “el plan de alimentación varía según las características individuales de cada paciente oncológico, tomando en cuenta su edad, tipo de afección, localización del tumor, etapa de la enfermedad, tratamientos recibidos y efectos secundarios experimentados”.
Aseguró que la enfermedad y los tratamientos contra el cáncer pueden generar diversas “reacciones adversas como: problemas para comer o disminución del apetito, así como sensación de cansancio o fatiga continua, que pueden impedir que se pueda mantener una alimentación adecuada y derivar en desnutrición, lo cual debilita el sistema inmunológico, aumenta el riesgo de infecciones y retrasa la recuperación”.
Por lo tanto, indicó que, “las necesidades nutricionales van a cambiar de acuerdo con el tipo de efecto secundario”. En este sentido, enfatizó que “es recomendable que el paciente oncológico sea evaluado de forma integral por un nutricionista, que establezca un plan de alimentación personalizado que sea seguro y adecuado para este”, considerando:
Necesidades nutricionales
Comportamiento y preferencias alimentarias
Actividad física
Hábitos de sueño
Nivel de estrés
Lo anterior, permite incluir en dicho plan: recomendaciones dietéticas precisas, estrategias para afrontar los efectos secundarios y educación alimentaria.
