La enucleación prostática por láser de holmio (HoLEP, por sus siglas en inglés) es el tratamiento quirúrgico de elección a nivel mundial para atender el crecimiento de la próstata benigno, ya que es un procedimiento mínimamente invasivo, que puede realizarse a cualquier paciente sin importar el volumen de este órgano, presenta bajo riesgo de efectos secundarios, y requiere un tiempo de hospitalización mínimo.
La uróloga de la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC) de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), doctora Johanna Arias, señaló que el crecimiento prostático benigno es un padecimiento que en próstatas pequeñas se trata mediante una resección transuretral (RTUP) para extraer tejido del órgano, mientras que en glándulas de gran volumen (mayores a 70cc) se atiende mediante una adenomectomía abierta.
La doctora Arias, quien también es especialista en endourología, indicó que “la enucleación prostática por láser de holmio es el tratamiento quirúrgico más avanzado y reciente para operar pacientes con crecimiento prostático benigno, independientemente del volumen de la próstata”.
Bajos riesgos
Explicó la doctora Arias que la técnica de HoLEP es un método con el que se aborda a la próstata por la vía endourológica o transuretral, mediante el cual se separa dicho órgano con un láser y se lleva a la vejiga, donde se efectúa un procedimiento denominado morcelación, que fragmenta el tejido para extraerlo sin realizar ninguna incisión, y después se le coloca al paciente una sonda.
La especialista en endourología aclaró que, deido a que mediante la técnica de HoLEP no se requieren incisiones y se cauteriza el tejido mediante un láser, este tratamiento “cuenta con un riesgo bajo de sangrado y un tiempo de hospitalización mínimo, puesto que al paciente se le da de alta al día siguiente y se le retira la sonda a las 48 horas”.
Refirió que con la técnica HoLEP el riesgo de presentar efectos secundarios es bajo y, en caso de que ocurran, estos pueden incluir incontinencia urinaria leve, disuria (ardor para miccionar), entre otros, los cuales pueden ser sutiles o severos en algunos pacientes. Sin embargo, “normalmente, estas reacciones mejoran completamente en los primeros tres meses de la cirugía”, enfatizó.