El panorama de la ciberseguridad en América Latina presenta desafíos cada vez más complejos para las empresas de la región que – al igual que otras – no están exentas de las crecientes amenazas cibernéticas.
El aumento en la frecuencia y sofisticación de los ataques cibernéticos, sumado a la creciente dependencia de las tecnologías digitales, exige a las organizaciones tomar medidas proactivas para proteger sus activos y datos, por ello la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad fundamental para las empresas de todos los sectores.
En este sentido, durante la reciente décimo cuarta edición del ESET Security Days, Venezuela 2024, Martina López, Security Researcher de ESET Latinoamérica, estacó la gran importancia que ha adquirido la protección de datos en un mundo donde la información se ha convertido en un activo altamente codiciado, tanto por entidades como por cibercriminales, de allí que la protección de la data se vuelve vital para las corporaciones.
“La ciberseguridad debe ser una prioridad para las empresas de América Latina”, afirmó López. Señaló que “invertir en medidas de seguridad sólidas, educar al personal y contar con un plan de contingencia son acciones claves para protegerse en un entorno digital cada vez más vulnerable”.
La especialista añadió que “la colaboración entre empresas, entidades gubernamentales y expertos en ciberseguridad es fundamental para fortalecer la ciberdefensa de la región”.
Principales desafíos
López comentó que los principales tipos de ataques contra la información y activos críticos son:
Phishing: Engaños mediante correos electrónicos o sitios web falsos para obtener información confidencial o instalar malware.
Malware: Software malicioso que puede dañar sistemas, robar datos o interrumpir operaciones.
Ransomware: Un tipo de malware que secuestra la información, la cifra y exige un pago para descifrarla.
Ataques a la cadena de suministro: Explotación de vulnerabilidades en proveedores, aliados o socios comerciales para acceder a la red de una organización.
Ataques dirigidos: Ataques personalizados y sofisticados dirigidos a organizaciones específicas.
López, indicó que “las empresas en América Latina son particularmente vulnerables a ciberataques” debido a:
1. Falta de conciencia: Muchos empleados y directivos no son conscientes de las amenazas cibernéticas y no toman las medidas de precaución adecuadas.
2. Infraestructura desactualizada: Numerosas empresas utilizan sistemas y software antiguos que son más vulnerables a ataques.
3. Escasez de profesionales: Existe una brecha significativa entre la demanda y la oferta de profesionales cualificados en ciberseguridad en la región.