El ejercicio físico es una parte fundamental de un estilo de vida saludable, brindando numerosos beneficios para la salud física y mental. Sin embargo, es crucial mantener una hidratación adecuada durante la actividad física para garantizar un rendimiento óptimo y prevenir complicaciones.
El agua desempeña funciones esenciales en el organismo, incluyendo la regulación de la temperatura corporal, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos. Durante el ejercicio, el cuerpo pierde líquidos a través del sudor, lo que puede conducir a la deshidratación si no se repone adecuadamente.
En este sentido, los expertos de la cadena de salud y bienestar Golds Gym, destacan la importancia de la hidratación y brindan recomendaciones y soluciones prácticas para mantenerte hidratado durante el ejercicio.
Elemento esencial
Vanessa Correia, nutricionista, destaca la importancia del agua para los seres humanos. Explica que, “el agua corporal está representada aproximadamente por la mitad o 2 tercios del peso de la persona, esto quiere decir que en mujeres va a ser aproximadamente entre un 52 a un 55 % el agua corporal y en hombres aproximadamente a un 60 %.
“La cantidad de líquido recomendada durante el ejercicio depende de la intensidad, la duración y las condiciones ambientales. En general, se recomienda consumir entre 90 y 170 ml de líquido cada 15 a 20 minutos”, agregó Correia.
Agua y algo más
Según la nutricionista: “El agua es la bebida ideal para la hidratación durante el ejercicio. Sin embargo, si la actividad física se prolonga por más de una hora, se recomienda utilizar bebidas deportivas o isotónicas para reponer los electrolitos perdidos a través del sudor”.
¿Cómo prevenir la deshidratación?
Para evitar la deshidratación, es importante seguir estas recomendaciones:
Hidratarse antes del ejercicio
Hidratarse durante el ejercicio
Hidratarse después del ejercicio
Los signos de deshidratación incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, calambres, orina oscura, entre otras. Es por ello que siempre se recomienda elaborar un plan de entrenamiento de la mano de un experto y contar con la asesoría de un nutricionista, para obtener recomendaciones personalizadas.