Según un nuevo informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se estima que el número de mujeres y niñas que sufren abuso doméstico en el África subsahariana casi se triplicará para 2060 (un aumento de más de 90 millones) como resultado del cambio climático.
Los científicos creen que los desastres naturales y otras emergencias climáticas (como sequías, inundaciones y terremotos) no suelen causar violencia de género, sino que exacerban los problemas existentes.
El estrés del desplazamiento, la pérdida de apoyo social, el aumento del abuso de alcohol, la inseguridad alimentaria, las presiones financieras y de otro tipo pueden facilitar que los perpetradores cometan actos de violencia y dejen a las víctimas aisladas.
Sin embargo, algunos estudios también han vinculado el calor extremo con la violencia, y las altas temperaturas pueden provocar un aumento de la agresividad.