Miembros de la Organización Mundial de la Salud afirmaron que el problema de las mordeduras de serpiente, que matan a decenas de miles de personas cada año, se está agravando debido a las inundaciones en varios países con escaso acceso a los antídotos.
Cada año hasta 2,7 millones de personas son mordidas por serpientes venenosas y se calcula que hasta 138 mil personas mueren.
El Dr. David Williams experto en mordeduras de serpientes de la OMS indicó “a menudo pasamos por alto que por cada persona que muere por la mordedura de una serpiente hay alrededor de 27 personas por hora que quedan permanentemente discapacitas como resultado de haber sido mordidas por una serpiente venenosa en cualquier parte del mundo”.
El veneno de serpiente puede causar paralizis que impide respirar, trastorno que pueden provocar hemorragias mortales, insuficiencia renal y daños en los tejidos que pueden causar y pérdidas de extremidades.
La mayoría de las víctimas viven en regiones tropicales y más pobres del mundo.