La cervicalgia, o dolor de cuello, es una patología que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según un estudio de la Clínica Universidad de Navarra en España, se debe principalmente a sobrecargas musculares causadas por malas posturas y hábitos poco saludables. Este dolor puede irradiarse a los hombros, brazos y cabeza, limitando significativamente la calidad de vida.
Las causas de la cervicalgia son variadas y pueden incluir desde tensiones musculares hasta hernias discales. Los síntomas más comunes son dolor, rigidez, dificultad para mover el cuello y, en casos más severos, hormigueo o debilidad en los brazos.
En el mundo del fitness, es crucial adaptar los entrenamientos a las condiciones de salud de cada individuo. Para aquellos que sufren de cervicalgia, existen una serie de recomendaciones para evitar agravar esta condición mientras se mantienen activos.
El doctor Alfredo Nones, neurocirujano del área de traumapedia del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), explica que cada persona es una historia diferente: “Es con base en el origen del dolor cervical, que pudiese inferir o indicar al paciente qué tipo de actividad pudiese desarrollar, por un lado, para mejorar la cervicalgia y por otro lado para evitar que empeore”.
Recomendaciones
Para aquellos que entrenan sin un diagnóstico preciso, el doctor Nones advierte sobre los riesgos de ciertos ejercicios: “La primera cosa que debe evitar esta persona es realizar actividades que tengan que ver con aumento de la carga axial, la cual es todo aquel ejercicio que implique alzar un objeto, llámese mancuernas o llámese pesas, en sentido cefálico, hacia arriba”, explicó. “La carga axial va a ejercer presión en el eje vertebral y la columna cervical”, añadió.
Además, el doctor Nones señala que, incluso ejercicios comunes como los abdominales, pueden ser perjudiciales si no se realizan con la técnica adecuada: “Hay abdominales donde se obliga a la persona en la técnica conveniente a levantar el cuello para despegar la parte más superior de la espalda, generando un aumento de presión en la columna cervical”.
Ejercicios de bajo impacto
Para aquellas personas con cervicalgia, se recomienda enfocarse en ejercicios aeróbicos y de baja carga de impacto, como caminar, nadar o usar la elíptica. “Lo más importante en un paciente que entrena es consultar al médico especialista para saber a qué tipo de fuerza se puede someter durante el entrenamiento,” concluye el doctor Nones.