No se detiene la guerra entre Israel e Hizbulá ni los hechos sugieren que vaya a detenerse en los próximos días.
Israel continúa con sus bombardeos y sus incursiones terrestres en el Líbano. Por su parte, el número dos de la milicia chií ha amenazado con atacar en cualquier lugar de Israel, aunque en un discurso televisado también ha citado -sin dar detalles- la posibilidad de un alto el fuego, una posibilidad que Netanyahu rechaza argumentando que puede servir para el rearme de Hizbulá.
Bombardeos y combates conviven con la tensión por la anunciada represalia de Netanyahu contra Irán tras el ataque con unos 200 proyectiles sufrido por Israel hace dos semanas. En ese escenario, Tel Aviv ha asegurado a Washington que no atacará las instalaciones nucleares ni petroleras de Irán. Tras esa garantía estaría la preocupación de que ese hipotético ataque dispare el precio de los hidrocarburos y perjudique las expectativas de los demócratas en las cercanas elecciones en Estados Unidos.