El israelí Bezalel Carmi, de 72 años de edad, murió este fin de semana y otros 36 resultaron heridos, seis de ellos graves, tras ser embestidos por un camión en una parada de autobús al norte de Tel Aviv.
La policía calificó el incidente como un atentado.
El conductor del camión, el árabe-israelí Rami Nasrala, que fue abatido, chocó contra un autobús en una estación cerca de una sala de cines, de la sede del Mosad y de la base militar de Glilot, al sur de Herzliya. Se trata de la misma base que Hizbulá suele mencionar como objetivo de sus drones y misiles.
Muchos de los heridos son jubilados que iban a un museo para participar en la ceremonia del recuerdo del 7-0 en la jornada de duelo nacional según el calendario judío cuando se cumplían 387 días del ataque de Hamas
Hamas felicitó su ataque afirmando que “el pueblo palestino sigue su resistencia ante el terror sionista”.
Mientras la policía señalaba que investiga el ataque como atentado terrorista, familiares del conductor dijeron que “perdió el control del vehículo por problemas de salud” descartando que fuera un ataque deliberado”.