La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una patología crónica que produce inflamación del colon y el intestino delgado y puede evolucionar en forma de brotes (fases activas) alternos con períodos de remisión (fases inactivas). Aunque su etiología es desconocida, especialistas creen que pueden estar involucrados factores genéticos, ambientales y cambios en la microbiota intestinal.
La gastroenteróloga endoscopista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctora Carla Dias, expresó que la EII puede manifestarse como: rectocolitis ulcerosa (RCU), caracterizada por lesiones inflamatorias crónicas en la pared del intestino grueso (colon), y enfermedad de Crohn (EC), que puede afectar cualquier parte del tubo digestivo desde la boca hasta el ano.
La EII se presenta en personas con edades entre 20 y 30 años, sin embargo, puede detectarse también en individuos de edad avanzada, según la especialista, quien explicó que los síntomas más frecuentes incluyen diarrea, evacuaciones con sangre, dolor abdominal, fiebre, pérdida del apetito y de peso.
Al presentar los síntomas, se debe acudir al especialista correspondiente, el gastroenterólogo, para que realice el diagnóstico asertivo e instaure de forma inmediata el tratamiento adecuado a las dosis indicadas, explicó la doctora Dias.
Los tratamientos de la enfermedad inflamatoria intestinal no la curan de modo definitivo, sino que buscan que permanezca en su fase inactiva, “actualmente, existen tratamientos que permiten mantener al paciente en estado de remisión, es decir, sin síntomas y con curación de la mucosa intestinal, que es la capa más interna que recubre el tracto digestivo”.
Añadió que la prevención es el mejor tratamiento, por eso el GMSP, clínica de vanguardia donde la prioridad es la salud de los pacientes, cuenta con tecnología como la videocápsula, la enteroscopia asistida por balones y la enterotomografía, que permiten evaluar los 6 a 8 metros del intestino delgado, que puede estar afectado en la Enfermedad de Crohn.