Los operarios comenzaron hoy lunes a remover árboles caídos y reparar daños en casas tras el paso de la sexta gran tormenta que azota Filipinas en un mes, el tifón Man-Yi que dejó al menos ocho muertos.
Siete personas murieron y tres resultaron heridas en un deslizamiento de tierras en el norte de Filipinas, informó el lunes Kristine Falcon, directora de la Agencia Local de Gestión de Catástrofes.
El deslizamiento de tierras se produjo en la provincia Nueva Vizcaya, al norte de Manila, en la isla Luzón, declaró Falcon, elevando a ocho el número total de muertos debido al tifón.
Previamente, la policía había informado de la muerte de un hombre de 79 años de edad en la provincia Camarines Norte.
El ciclón Man-Yi llegó el fin de semana al norte de Filipinas con la fuerza de un supertifón «potencialmente catastrófico», pero el presidente Ferdinando Marcos afirmó el lunes que «no fue tan malo como temíamos».
Al menos 163 personas murieron en Filipinas en los ciclones del último mes, que dejaron a miles sin casa y destruyeron cosechas y ganado.