
Los gobierno de Finlandia y Alemania están investigando un cable de datos submarino cortado que corre entre ambos países en el mar Báltico.
Se emitió un comunicado conjunto en el que ambos expresaron su preocupación por un posible acto de sabotaje y dijeron que se está llevando a cabo una investigación.
“El hecho de que un incidente de estas características levante inmediatamente sospechas de daños intencionales dice mucho sobre la volatilidad de nuestros tiempos”, afirma el comunicado.
Agregó que el descubrimiento llega en un momento en que “la seguridad europea no solo está amenazada por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, sino también por la guerra híbrida de actores maliciosos”, y agregó que es crucial que esa “infraestructura crítica” esté protegida.