Antes de la llegada del invierno a los territorios palestinos, los desplazados que huyen de las bombas israelíes y que viven en los refugios de ciudad de Gaza comienzan a vivir los estragos de las precipitaciones. Sin las condiciones adecuadas para la temporada venidera, las inundaciones en las carpas plásticas amenazan con agravar la crisis humanitaria.
Por ende, la situación en la franja de Gaza se torna cada vez más crítica debido a los continuos bombardeos por parte de Israel, a lo que se suman las intensas lluvias que causaron inundaciones en las tiendas de los palestinos desplazados.
Este escenario ha intensificado la grave crisis humanitaria que enfrentan miles de personas que luchan contra el hambre y la sed, pues la escasez de harina y el cierre de panaderías han agudizado la crítica situación de las familias palestinas para quienes cada día es más difícil acceder a alimentos esenciales.