San Petersburgo cerró las compuertas del dique a la entrada del Golfo de Finlandia y el acceso del agua a la Bahía del Nevá fue bloqueado ante el peligro de inundaciones provocadas por el mal tiempo, según informó el Servicio de Instalaciones de Protección de la ciudad.
Las autoridades de San Petersburgo añadieron que informarán posteriormente sobre la apertura de las esclusas, en cuanto el estado del tiempo lo permita.
Habitualmente las inundaciones en esta ciudad se deben a los ciclones que se generan en el Mar Báltico que impulsan el agua en dirección a la desembocadura del Nevá.
Tras la inundación de 1924 las autoridades soviéticas tomaron la decisión de crear un sistema que protegiera la ciudad, pero sólo en 1979 comenzó la construcción de los diques, una gigantesca obra que concluyó en 2011.