Los equipos de limpieza continuaron retirando materiales domésticos peligrosos de las casas destruidas por los incendios mortales que arrasaron Los Ángeles este mes, dejando cenizas tóxicas y escombros ennegrecidos a su paso. Entre los desechos peligrosos que se han conseguido pinturas, pesticidas y en espacial, las baterías de litio.
De acuerdo con las autoridades de la entidad, esta ha sido una de las limpiezas de baterías de iones de litio más grandes de la historia, lo cual, representa un gran desafío en las primeras etapas del proceso de remoción de escombros después de dos de los incendios forestales más destructivos registrados en California.
Este tipo de baterías alimentan automóviles híbridos enchufables y vehículos eléctricos, muchos de los cuales fueron destruidos por las llamas en altadena y Pacific Palisades.
Así como también, se encuentran en computadoras portátiles, teléfonos celulares y otros artículos que quedaron abandonados cuando los residentes evacuaron los vecindarios.
Cuando se dañan y se sobrecalientan, las baterías de iones de litio pueden encenderse e incluso explotar. El calor residual puede desencadenar una reacción que puede provocar combustión, un peligro que puede desarrollarse en días, semanas o meses, siendo esta una de las principales razones por las que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha establecido unos estrictos requisitos que se priorizan en el proceso de limpieza posterior a los incendios forestales.