
Un terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes el noroeste de Birmania (Myanmar), provocó al menos 200 muertes, cientos de heridos y causó graves daños en varias ciudades del país además de sentirse con fuerza en China y Tailandia, país vecino donde varios edificios se vieron dañados y al menos uno colapsó en Bangkok.
Precisamente en Tailandia las autoridades decretaron el estado de emergencia y hay decenas de obreros atrapados tras el derrumbe de un rascacielos en construcción, episodio en el que murieron al menos tres personas.
El portavoz de la junta militar birmana, Zaw Min Tun, informó de estas cifras por mensajería móvil tras realizar un inusual llamamiento a la ayuda internacional por el fuerte sismo.
Por su parte, el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, dijo en una intervención retransmitida en la televisión estatal que hay al menos 200 fallecidos, además de 732 heridos.
“Se espera que la cifra de muertos y heridos aumente”, señaló el jefe del régimen castrense.