
La Junta Militar que detenta el poder en Birmania declaró siete días de duelo nacional a partir de este 31 de marzo hasta el 6 de abril, en homenaje a las más de 1.700 personas que perdieron la vida en el terremoto del viernes, mientras los equipos de rescate de diversos países buscan aún supervivientes entre los escombros.
La Organización de Naciones Unidas estima que unos 20 millones de personas, un tercio de la población, se vieron afectadas de distintas maneras por el terremoto, en tanto que la junta y grupos humanitarios sobre el terreno prevén que las cifras de muertos se eleve conforme avancen las horas y se condensan los datos oficiales.
El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, informó que además de los fallecidos, había unos 3.400 heridos hasta este fin de semana.
Por su parte, organizaciones de ayuda internacional han informado de la dificultad para llegar a las zonas más afectadas, con Mandalay y Sagaing como las dos ciudades más cercanas al epicentro, a unos 17 kilómetros ambas.