
Un reciente análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), revela una preocupante realidad y es que el 31 % de la población adulta mundial, lo que equivale a aproximadamente 1.8 mil millones de personas, no cumple con los niveles recomendados de actividad física.
El estudio, fruto de la colaboración entre investigadores de la OMS y profesores universitarios, proyecta un panorama, anticipando un aumento de esta cifra hasta el 35 % para el año 2030 si no se implementan medidas urgentes.
La investigación evidencia una tendencia al alza en el sedentarismo a nivel global desde el año 2010, lo que supone un grave riesgo para la salud pública. La inactividad física se erige como un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, demencia y ciertos tipos de cáncer, generando una creciente carga para los sistemas de salud a nivel mundial.
Con el objetivo de concienciar tanto a individuos como a instituciones sobre los múltiples beneficios de la actividad física y contrarrestar los efectos perjudiciales del sedentarismo, la OMS estableció el Día Mundial de la Actividad Física, Que busca promover hábitos de vida saludables y destacar la importancia del movimiento para el bienestar general.