
En un contexto en el que la interacción con la tecnología es cada vez más frecuente se observa que además de ofrecer beneficios para todos los grupos etarios, también presenta riesgos significativos.
ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, afirma que los adultos mayores al utilizar herramientas digitales en su vida diaria, también se convierten en blanco de las amenazas online, como estafas que se dirigen exclusivamente a su grupo etario y aprovechan que no están tan familiarizados con estos entornos digitales para llevar adelante engaños.
“La tendencia, según el FBI con datos del Internet Crime Complaint Center (IC3), indica que 88 mil personas mayores de 60 años en Estados Unidos perdieron más de 3,1 mil millones de dólares en fraudes a través de Internet. Es importante promover la ciberseguridad entre la población adulta mayor, con estrategias adecuadas que les permitan navegar el mundo digital de manera segura y confiable. Conocer estos fraudes es el primer paso para prevenirlos y proteger a esta población cada vez más digitalizada”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Los 5 principales ciberdelitos que afectan a los adultos mayores y a los que este grupo tiene que prestar especial atención según ESET, son:
1. Estafas por correo electrónico (phishing): Su objetivo es inducir a la descarga de un archivo o hacer clic en algún enlace potencialmente malicioso.
2. Llamadas telefónicas fraudulentas: Delincuentes que se hacen pasar por técnicos o familiares en apuros.
3. Estafas en la web y redes sociales: Ofertas falsas, enlaces maliciosos, perfiles fraudulentos o mensajes sospechosos.
4. Secuestro de cuentas: La comodidad de utilizar las mismas contraseñas facilita a los ciberatacantes el acceso a diversas cuentas de servicios en la red.
5. QRs en acción: Los códigos QR son utilizados tanto para ver menús en restaurantes, compartir contactos o incluso para realizar pagos, es por lo que es importante prestar atención a estos códigos, ya que redirigen a algún sitio y no siempre legítimos.
En cuanto a la seguridad, tener instalado un software de seguridad y escanear periódicamente los dispositivos. También evitar redes Wi-Fi públicas, no realizar transacciones bancarias o acceder a información sensible en conexiones públicas.