Los últimos movimientos telúricos registrados en la isla española de La Palma, en las Canarias, y al volcán Cumbre Vieja, encendió las alarmas ante la posible llegada de un megatsunami en el océano Atlántico.
De acuerdo con el Instituto Geográfico Nacional de España, la isla sufrió entre el pasado viernes y el sábado 44 sismos, el mayor de los cuales alcanzó 2,7 grados en la escala de Richter. El domingo, otro terremoto alcanzó los 2,7 grados y el lunes se produjo otro que llegó a los 2,1.
En efecto, si los terremotos derivaran en una erupción del volcán Cumbre Vieja, dormido desde 1971, esta podría tener graves consecuencias.
Según expertos de la Universidad de California y del University College de Londres, la fuerte actividad del volcán podría repercutir en el océano Atlántico y provocar un megatsunami con gigantescas olas de hasta 600 metros de altura que avanzarían a gran velocidad rumbo al noroeste africano y al sur del Reino Unido, que quedarían sumergidos en cuestión de horas.