El Gobierno de Brasil tiene actualmente 86.000 solicitudes de refugio que están a la espera de respuesta porque solo hay 14 funcionarios para evaluar las peticiones, informaron hoy fuentes oficiales.
Aunque el Ministerio de Justicia aumentó el número de funcionarios, que hasta el año pasado eran seis, la demanda creció entre 2016 y 2017, según informe divulgado por el portal G1.
Mientras esperan, los migrantes tienen garantizados derechos básicos como el acceso a la salud y a la educación públicas.
El Comité Nacional para los Refugiados (Conare), adscrito al ministerio de Justicia, es el organismo encargado de evaluar los pedidos con solo 14 funcionarios.
Según declaraciones del coordinador del Conare a G1, Bernardo Laferté, el comité logró analizar 1.179 pedidos que en promedio esperan dos años para recibir respuesta.
Incluso doblando la fuerza de trabajo “la gente no da abasto”, dijo Laferté.
De acuerdo con el informe, en 2017 hubo una cifra récord de solicitudes de refugio que alcanzó los 33.866 pedidos, número que prácticamente triplicó las 10.308 demandas registradas el año anterior.
Según datos del Ministerio de Justicia, Venezuela encabeza el listado de las solicitudes de refugio en Brasil con 17.865 casos. Le siguen Cuba (2.373), Haití (2.362), Angola (2.036) y China (1.462).
El estado fronterizo de Roraima, uno de los más pobres de Brasil, ha recibido cerca de 40.000 venezolanos durante el último año, aunque esa cifra puede ser mayor, pues se cree que muchos no llegan a registrarse.
El informe también indicó que existe una cantidad considerable de pedidos que son archivados porque después de entrar en el refugio, el solicitante regulariza su residencia en el país, por ejemplo casándose con un ciudadano brasileño.
La nueva Ley de Migración, que reemplazó al Estatuto del Extranjero de 1980, prevé la exención del pago de las tasas para la regularización en Brasil del extranjero que no tenga condiciones financieras.