El presidente sirio, Bashar al Asad, denunció hoy “la campaña de falacias y mentiras” contra su país por parte de EEUU, Francia y el Reino Unido ante el Consejo de Seguridad de la ONU, durante una reunión en Damasco con diputados rusos.
“La agresión tripartita con cohetes contra Siria estuvo acompañada de una campaña de falacias y mentiras en el Consejo de Seguridad por parte de los mismos países agresores contra Siria y Rusia”, lamentó Al Asad, según un comunicado de su oficina publicado en su cuenta de Telegram.
El mandatario sirio consideró que esto prueba que Rusia y Siria “no solo libran una batalla contra el terrorismo sino también para proteger la ley internacional basada en el respeto a la soberanía de los Estados soberanos y la voluntad de sus pueblos”.
La nota precisó que Al Asad hizo estas declaraciones durante un encuentro con una delegación del partido Rusia Unida, la formación que sostiene al presidente ruso, Vladímir Putin.
La agencia de noticias oficial siria, SANA, agregó que los parlamentarios rusos afirmaron que “la agresión tripartita contra Siria es una violación clara de las convenciones internacionales y se produce en un momento en que los sirios tratan de restaurar la estabilidad y continuar el proceso de reconstrucción de lo destruido por el terrorismo”.
Anteriormente, un miembro de la delegación rusa, Dmitri Sablin, declaró a medios de su país en Siria que durante la reunión Al Asad alabó los sistemas de defensa antiaérea soviéticos que, dijo, derribaron más de 70 misiles lanzados el sábado por EEUU, el Reino Unido y Francia.
“Ayer repelimos la agresión estadounidense con cohetes fabricados en los años 70. Las películas americanas nos dicen que el armamento ruso es anticuado, pero ahora hemos visto quién realmente está atrasado”, subrayó Al Asad, de acuerdo a Sablin.
EEUU, Francia y el Reino Unido efectuaron ayer una ofensiva con misiles contra instalaciones gubernamentales sirias, donde, según Washington, se producían y almacenaban armas químicas.
Este ataque fue llevado a cabo como represalia por el supuesto ataque químico del pasado 7 de abril en la ciudad de Duma, en las afueras de Damasco, durante una ofensiva gubernamental contra la facción rebelde que controlaba esta urbe, el Ejército del Islam.
Tanto Damasco como Moscú han negado el uso de armamento químico en Duma.