Mark Zuckerberg le hizo multimillonario comprando WhatsApp. No han pasado aún cuatro años y Jan Koum decide soltar las riendas del servicio de mensajería por diferencias con el consejo de administración de Facebook sobre la estrategia que debe seguir la compañía. La renuncia del cofundador y actual consejero delegado se conoce un mes después de estallar el escándalo por la fuga de datos a Cambridge Analytica.
“El equipo está más fuerte que nunca y continuará haciendo cosas increíbles”, asegura el empresario de origen ucraniano. El abandono se conoció al cierre de Wall Street pero eso no evitó que generara una gran sorpresa. Hasta ahora los ejecutivos de Facebook cerraron filas en torno a Zuckerberg. Cuando Facebook adquirió WhatsApp, se comprometió a no cambiar su política de privacidad. Pero esa promesa se rompió.
Las críticas hacia la manera con la que Facebook maneja los datos de sus usuarios provocaron duras críticas. La más contundente fue la de Brian Acton, el otro fundador de WhatsApp, que dejó Facebook en septiembre. Utilizó su cuenta en Twitter para pedir a sus seguidores que borraran sus cuentas en la red social. “Hace casi una década que empezamos WhatsApp”, recuerda Jan Koum en el anuncio, “llegó el momento para mi de seguir adelante”.
“Me voy en un momento en el que la gente está utilizando WhastApp de muchas más maneras de las que podría haber imaginado”, señala en la entrada que colgó en su cuenta en Facebook. El abandono de Koum no tuvo un efecto en la cotización de la plataforma social, que está tratando en paralelo de dar con la fórmula que le permita poder monetizar su base de usuarios.
WhatsApp contaba al final de año pasado con 1.500 millones de usuarios, que mandan 60.000 millones de mensajes a diario. La renuncia de Jan Koum se anuncia en la víspera de que arranque la conferencia de desarrolladores de Facebook en San José (California), que Mark Zuckerberg quiere aprovechar para intentar dejar atrás definitivamente la crisis. La salida del ejecutivo se lo va a poner un poco más difícil.