Los ataques de sus rivales, Andrés Manuel López Obrador se mantiene cómodamente en cabeza de las encuestas a un mes de las elecciones presidenciales en México, lo que le sitúa ante una aparente inevitable victoria.
Pero la fiabilidad de las encuestas está en entredicho e incluso su imparcialidad por lo que, según coinciden varios expertos, hay que esperar al 1 de julio para confirmar si los sondeos están en lo cierto.
Una encuesta del diario Reforma publicada esta semana otorga el 52 % de las preferencias del voto a López Obrador, candidato del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), frente al 26 % de Ricardo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
Más abajo están José Antonio Meade, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) con 19 %, y el independiente Jaime Rodríguez, con 3 %.
El sondeo, que duplica la distancia que separaba a López Obrador de Anaya en encuestas previas, muestra que el líder de Morena se mantiene en cabeza después de sobrepasar dos techos electorales, primero el del 40 y ahora el del 50 por ciento.
La diferencia consistente en las encuestas demuestra la poca eficacia que han tenido las estrategias de ataque de las campañas del conservador y del oficialista, que han descalificado las propuestas del líder de Morena más que exponer sus propias ideas.
Sus equipos han tratado de restar importancia a la creciente brecha en los sondeos. El coordinador de la campaña de Anaya, Jorge Castañeda, aseguró que aunque en su equipo no ignoran los resultados de Reforma, es “temerario” asegurar que la elección del 1 de julio está definida.